Interpretamos el mundo por una verdad previamente entregada, dibujada por estratos de poder, no hay cuestionamientos desde lo público, con aceptación pasiva de eso externo unificador. El no descubrirnos unos a otros da muestra de una soledad que se produce a través de condiciones dadas, como dice Ana Quiroga familiaridad encubridora, que no interpela los hechos. Pienso que como sociedad estamos atravesando un “umbral”, aquello que diferencia un antes y un después, aquello que marca una verdadera diferencia, se me ocurre como cuando de la adolescencia pasamos a la adultez. La sociedad ¿cómo puede pasar a la adultez? Quizás, hay dos caminos: o tratamos de resolver recreándonos a nosotros mismos, en forma responsable de lo que nos toca, hablamos de una adaptación activa, de lectura, de conocimiento a través del interjuego entre práctica y teoría; de cuestionamiento a lo cotidiano, teniendo en cuenta las condiciones concretas de existencia de los sujetos; o nos quedamos en u...